Capítulo 57
Un rato después, una sombra se proyectó ante sus ojos.
El hombre que se bajaba de un Bugatti de lujo se acercó lentamente a Jazmin que estaba completamente absorta en su juego móvil
Los dedos de la chica rozaban la pantalla del teléfono, concentrada en su partida, sin siquiera levantar la vista cuando él se aproximo.
El hombre, con un rostro atractivo y seductor, esbozó una sonrisa irónica con sus labios rojos y se agachó con cierta resignación para mirarla: “Mimin, ¿tan entretenido está ese juego?”
Jazmin acababa de terminar una ronda del juego.
Levantó la cabeza lentamente y se encontró con un hombre con un rostro pernicioso que se acercaba al
suyo.
El hombre tenía unos ojos rasgados y profundos, sus rasgos eran marcados, con los extremos de sus ojos Inclinados hacia arriba, poniendo una cara de maldad y seducción.
Al ver que
Jazmin lo–miraba, lamió la comisura de sus labios y se burló: “Mi Reina, ¿por fin to dignas a prestarme atención?”
Su sonrisa era picara y encantadora, y su voz profunda y ronca.
Su bello se acercó aún más a Jazmin, y sus ojos la miraban fijamente. Era raro que alguna chica pudiera resistirse a él.
Pero su infalible técnica de coqueteo parecía perder su efecto en Jazmin.
La mirada perezosa de Jazmin cayó sobre él, se sobresaltó y luego frunció el ceño con desdén, empujándolo “Jaime, ¿estás loco? ¿Qué, eres exhibicionista o qué, saliendo solo con una toalla?”
Jaime se quedó atónito
“Mi Reina, ¿todo esto por quién?” Jaime puso cara de dolor, cubriéndose el pecho como si estuviera herido, sus ojos rasgados estaban llenos de reproche, “Corri aquí en cuanto recibi tu ubicación, estoy preocupado por si me estabas esperando mucho tiempo.
Apenas me enjuagué el gel de ducha.
Y ahora me desprecias, incluso dices que soy un pervertido. Ingrata, he malgastado todos estos años contigo.”
Jaime estaba envuelto solo en una toalla blanca.
Su excelente figura brillaba bajo el sol con un toque de dorado, mostrando que realmente habia salido apresurado, con gotas de agua aun pendiendo de su pecho y brazos, y el cabello húmedo, con agua goteando por su frente.
Él la llamaba “ingrata” con una expresión triste en su rostro, pero sus ojos estaban llenos de ternura. Jazmin no tenía ganas de verlo y se levantó lentamente del suelo, pasando por su lado, abrió la puerta del coche y se sentó en el asiento del conductor de su coche, en el que él había llegado hace poco.
Luego, con gran destreza, giró la llave y arrancó el motor con un “vroom“.
Apoyó un brazo perezosamente sobre el volante, giró la cabeza, levantó ligeramente la barbilla y entrecerró los ojos hacia Jaime que estaba fuera del coche: “¡Deja de hablar tonterías y sube al auto!”
12:36
Capítulo 57
Diez minutos después.
El Bugatti entró a una villa.
Jazmin estacionó el coche y conocedora del lugar, se dirigió hacia el interior de la villa.
Se detuvo frente a la puerta de cristal con sistema de reconocimiento facial y en apenas un segundo, la puerta se abrió automáticamente.
“Bienvenida a casa, Señora Reina, Hace tiempo que no la veo, su belleza se ha elevado a nuevas alturas, se ve aún más cautivadora y radiante que antes.”
Al mismo tiempo que la puerta de cristal se abría, sonaba también una voz aduladora y extrema.
Jazmin sonrió de lado, sin ninguna modestia aceptó el halago de la IA, pasó la mano sobre la imagen holográfica de un gato de patas cortas que aparecia en la puerta de cristal y le dijo contenta: “Ajá, qué linda alabanza.”