Capítulo 257
En el carro.
Elo jugaba con los botones de platino de su camisa, con sus largos dedos, mientras lanzaba miradas fugaces hacia Jazmin, que estaba a su lado. En lo profundo de sus ojos frios, se le vela vacilar y debatirse.
Dudaba si desabrochar el tercer botón.
Hacerlo pareceria demasiado atrevido.
Pero al recordar cómo la noche anterior, ella, sonriendo picaramente, le agamó del cuello de la camisa preguntándole, “Guapo, ¿puedo tocar tus pectorales?“, se encontraba indeciso de nuevo.
Parecía que a ella le gustaban sus pectorales.
Ahora estaba agradecido de haber mantenido la rutina del gimnasio durante años, sus pectorales y abdominales estaban bastante
bien.
Ya había decidido incluirla en sus planes de vida, sin sorpresas, ella se convertiría en su otra mitad.
Si realmente queria tocarlo, no se negarla.
Solo que, en ese momento, la situación no em adecuada. Temia perder el control, por eso se resistió tanto.
Además, ella no estaba lúcida en aquel momento.
Las cosas que se hacen bajo los efectos del alcohol, pueden ser motivo de arrepentimiento una vez
Como él la valoraba mucho, obviamente la respetaba al máximo.
No haria nada aprovechandose de la situación.
Pero si ella lo pidiera estando sobria, nunca se negaría.
Solo que…
Elio frunció ligeramente el ceño, con una sombra de confusión en sus ojos.
Desde que subieron al carro, ella no lo habla mirado ni una vez.
sobria.
Su actitud hacia el seguía siendo tan distante como antes, su relación no había cambiado en lo más minimo,
Pero la noche anterior… ella había sido tan apasionada y proactiva.
Incluso queria tocar sus pectorales.
Ahora, sin embargo, volvia a ser fria con él, era una diferencia abismal con la chica ebria de la noche anterior
Había pensado que, después de aquel coqueteo, su relación se habría estrechado.
Pero al parecer se equivocó.
Media hora después, el Rolls–Royce se detuvo a unos diez metros del portón principal del Colegio Paxsi
El carro se estaciono.
Ello miró a Jazmin tomar su mochila y abrir la puerta del carro.
Levantó una ceja.
¿Asi, sin más?
Ni siquiera se despidió?
Antes, al menos, solia darle las gracias, aunque fuera de manera superficial.
Al abrir la puerta, Jazmin se giró hacia él y le dijo: “Gracias, Sr. Elio“.
Elio se sorprendió, luego sono con los lábios levemente curvados.
Todavia lo llamaba Sr. Elio.
Al parecer realmente queria mantener su distancia, sin desear acercarse más.
Comparado con otras mujeres que harian cualquier cosa por acercarse a él, ella parecia estar siempre deliberadamente alejándose.
Jazmin le dio las gracias y sin decir nada más, se bajó del camo
- Tras dar unos pasos, la voz baja y seductora de Elio la alcanzó: “Jazmin, te paso a buscar después de clases”,
Jazmin se detuvo, no se gird y, después de unos segundos, continuo caminando.
Capitulo 257
Dentro del carro.
Elio observaba como ella se alejaba poco a poco, sus labios se curvaban más, y en sus oscuros y profundos ojos brillaba una confianza y determinación de quien se sabe ganador,
La chica tenia una personalidad única, claramente no estaba interesada en él.
Todas las ventajas que tenia frente a otras personas, parecian no funcionar con ella.
Parecía que para ella, todas sus riquezas, su posición y hasta el mismo no eran tan atractivos como los dulces de Las Delicias.
Conquistarla, sin duda, seria un gran reto.
Pero esa dificultad precisamente despertaba su deseo de conquista como hombre.
Cuanto más dificil fuera, más quería obtenerla.
Cuanto más desafiante, más interesante se
