Capítulo 238
Jazmin tenia el cabello despeinado y cayendo sobre sus hombros, sus mejillas estaban teñidas de un rojo intenso por el alcohol, y sus ojos, borrosos como los de un gato perezoso, apenas estaban entreablertos. Parecia molesta por haber sido detenida de nuevo, frunciendo el ceño y mordiéndose sus labios, mostrando un leve descontento en su delicada canita.
Esa imagen tan encantadora hacia que el hombre profundizara su mirada.
Elio sentia una tormenta de emociones dentro de él, sus labios se apretaban mientras su corazón aumentaba sus latidos.
Elio respiro profundamente, aprovechando que aún podia controlar la situación, cerró los ojos para calmar su marea de sentimientos y.
al abrirlos, su mirada recuperó algo de claridad. Extendió su mano para apartarla y rápidamente se levantó de la cama.
“Descansa bien, voy a pedir que te preparen algo para la resaca.”
Después de dejar esas palabras, se dio la vuelta y camino hacia la puerta de la habitación.
Elio caminaba rápido, llevando consigo un aire de confusión, como si estuviera huyendo de algo.
Al salir del domitorio, cerró la puerta tras de si
Su corazón aún latia desbocado, su pecho vibraba con fuerza y el calor dentro de él aún no se calmaba. Su rostro, normalmente serena y distante, estaba teñido de un rojo intenso mientras luchaba por contener algo en su interior.
Esa niña
Elio bajo la mirada hacia su camisa amugada y los botones desgarrados de su camisa, recordando ciertas imágenes y esa voz coqueta llamandolo ‘guapo“. Sus oscuros ojos se oscurecieron aún más.
Ya no podia ponerse esa ropa, así que decidió ir a la habitación de huéspedes para cambiarse.
Justo entonces, se encontró de frente con Loreto.
Loreto se acercó rápidamente, y al detenerse frente a él, lo examino de amiba a abajo. Levantando la vista hacia Elio, sus ojos mostraban una mezcla de incredulidad y furia.
“¿Qué le hiciste a Jazmin, hermano?” le preguntó Loreto, su voz sonaba temblorosa. “¿Acaso enloqueciste? Salo tiene dieciocho años. ¿Cómo pudiste hacerle algo así a ella…?”
“Callate!” Elio funció el ceño, su voz se tomó fría y severa. “¿Crees que puedes manchar así la reputación de la Srta. Jazmin? Si sigues diciendo tonterías, no te lo perdonare!”
“¿Tontenias? ¿Acaso no te atreves a enfrentar lo que hiciste? ¿No piensas asumir tu responsabilidad por Jazmin? Hermano, no creas que, porque Jazmin viene de un pueblo pequeño y no tiene una familia influyente que la respalde, puedes tratarla a la ligera y luego
lavarte las manos.
Normalmente, Loreto temía hablarle así a Elio.
Pero la furia inusual que sentia ahora lo hacia olvidar cualquier miedo.
No podia creer que su hermano, quien siempre parecia un caballero, en realidad fuera un depravado.
Habla abusado de una estudiante de bachillerato.
Y ahora ni siquiera lo reconocía
Jazmin era su compañera de clase, su compañera de mesa, y habia ayudado a curar a su abuelo.
Aunque Elio fuera su hermano, estaba decidido a obtener justicia para Jazmin
¡Le daba vergilenza tener un hermano capaz de hacer algo tan bajol
Mientras Elio escuchaba las acusaciones infundadas de Lomto, su expresión se tomaba cada vez más sombría, diciéndole finalmente con un tono de voz frio: “¿Qué tonterías tienes en la cabeza? Jazmin estaba cansada, solo está descansando en mi habitación. ¿En qué estás pensando?”
Capitulo 239
Capítulo 239