Capítulo 214
Todo el mundo sabe que no se debe mencionar las penas de los demás,
Però ella, frente a todos, sacó el tema.
Don Cuito se sintió un poco incómodo, pero como Elio también estaba presente, aguantó su malester y le dijo: “Asles. Señorita Jazmin, ¿para qué me preguntas eso?”
Elio también gird is cabeza hacia Jazmin, sabiendo que ella no preguntoria por algo sin razón.
Jazmin sonrió con picardia: “Serin doscientos millones por in consulta, yo me encargo de curar la plena de tu nieto.”
Stendo el heredero de los Culto, con un estatus tan importante, obviamente la consulta costaria más,
Don Cuito abrió los ojos como platos: “¿Qué qué dijiste? Señorita Jazmin, no me hagas ese tipo de bromas! Aunque seas amiga de Elio, si sigues siendo tan irrespetuoso, tendré que pedirte que te voyas.”
Sus palabras le parcian una falta de respeto.
Ya le habia tolerado una vez sus palabras, y ahora se estaba pasando aún más.
Em como si estuviera burlándose una y otra vez de su nieta.
¿Es que no tenia educación?
Elio, un joven tan educado y respetuoso, ¿cómo podía tener una amiga tan mal educada?
¿Será que solo porque esta chica es bonita, lo demás ya no importaba?
“No estoy bromeando,” le dijo Jazmin con calma, “cuando lo cure, me pagas la consulta. Si no lo logro, no aceptare ni un centavo.”
Al ver que ella no se retractaba, Don Cuito se enfureció de verdad.
Su rostro se oscureció y su voz se volvió fria: “Joven, yo…”
“Abuelo Culto, la Señorita Jazmin no está bromeando. Que mi abuelo haya despertado, fue gracias a sus habilidades milagrosas.” Elio intervino a tiempo, confirmando que Jazmin no estaba hablando sin sentido.
Don Cuito empezó a toser furiosamente.
“Señor, ¿se encuentra bien?” Un hombre de edad similar a Don Cuito se acercó, dándole palmaditas en la espalda con preocupación.
El hombre era el mayordomo de los Cuito, llamado Carlos
Don Culto negó con la cabeza, y después de un rato, se calmö.
“Elio, ¿dices que tu abuelo fue curado por esta muchacha?” Don Culto le preguntó incr‘ dulo.
“Si.” Elio no escatimó en elogios, “La Señorita Jazmin es la discipula directa del médico milagroso Romero, ha heredado todas sus técnicas, su habilidad médica es excepcional. Solo le aplicó una sesión de acupuntura a mi abuelo, y el despertó
Don Cuito había oido hablar del médico milagroso Romero.
También habla intentado obtener información sobre Romero, pero, por supuesto, no encontró nada.
¿Esta muchacha que dice poder curar la pierna de su nieto era discipula de Romero?
Si no fuera por la afirmación de Elio, Don Cuito nunca lo habría creido.
Pero ya que Elio personalmente confirmó que ella había curado a su abuelo, jentonces definitivamente no podía estar equivocado! “Señorita Jazmin, ¿realmente puedes curar la piema de mi nieto?” Don Cuito dejó de dudary, emocionado, se acercó a Jazmin, “Si puedes curar la piema de Gautier, no solo estoy dispuesto a pagar doscientos millones por la consulta, sino que también te regalaré una propiedad de mi familia.”
“En cuanto a la ubicación y el tamaño de la casa, puedes elegirlos tú misma.
“Y si tú, si tú..” Don Cuito se acercó a Jazmin, de repente agarró su mano, cerró los ojos, como si sus palabras vinieran directamente de su corazón, “si quieres ser mi nieta politica, también puedes!”
